EL QUINTO REGIMIENTO: EL ORGULLO DE LOS COMUNISTAS

IMG_20170718_083605«El 18 de julio, en el patio de un convento, el partido comunista fundó el quinto regimiento» rezaba una coplilla. El 5º Regimiento de MiIlicias Populares fue la organización militar más destacada entre las milicias populares creadas en defensa de la República pero fue mucho mas que eso, fue ejemplo de organización, disciplina, eficacia y estrategia política y militar. Desde julio de 1936 hasta su integración en el Ejército Popular de la República en enero de 1937, casi 70000 hombres y mujeres recibieron instrucción militar en el Quinto Regimiento. El éxito militar y organizativo del Quinto queda demostrado cuando de las 6 brigadas mixtas que formaron el EPR, 4 de sus comandantes provenían del Quinto Regimiento.

Formado a partir de las 1000-1500 unidades de las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MAOC), únicas milicias con verdadera formación militar previa a la guerra civil, a iniciativa de la dirección del PCE, el Quinto Regimiento fue la única milicia con vocación de convertirse en un ejército regular capaz de sobreponerse al caos organizativo en el que el ejército se veía sumido tras el golpe de Estado. Al contrario que las milicas anarquistas y socialistas que pensaban que un puñado de milicianos acabarían derrotando a un ejército golpista, los mando del Quinto sabían que se enfrentaban a un ejército poderoso en comparación a las fuerzas leales a la República: el ejército regular de África (profesionalizado por Azaña) o los Requetés eran reconocidos como bravos soldados. Por ello dieron prioridad a la formación militar ante la ideológica, a la formación de mandos que pudieran hacerse cargo de los batallones ante la desbandada general de los mandos profesionales. Hombres leales, disciplinados y formados, con capacidad de decisión, nada de decisiones colectivas ni asamblearias. La lucha militar frente al fascismo era prioritaria a la revolución y así lo entendió el Quinto Regimiento, «si eres antifascista, eres de los nuestros» nada de adscrición política (solo el 50% de los voluntarios eran comunistas).

La consigna caló no solo entre las masas obreras sino entre las clases medias431711197_214176 leales a la República, sin militancia política o sindical pero claramente antifascistas. Lo que hizo que el Quinto fuera el grupo miliciano que más voluntarios recibió. El Quinto nació así con una clara vocación de lealtad al gobierno, siendo prácticamente la única milicia que manifestó esta lealtad, y con la intención de convertirse en fuerza de choque, algo de lo que la República estaba necesitada. Comunistas, sí, sin ocultarse pero sin alardear, pero leales al gobierno frente al fascismo. Lo demás llegaría después. Los dirigentes comunistas tenían claro que un ejército miliciano formado por unidades de adcripción ideológica era fatal para la marcha de la guerra y que declarar su lealtad al gobierno y demostrar su eficacia militar era la mejor manera de ser influyentes en el gobierno y en el ejército.

IMG_20170718_083610El Quinto Regimiento se organizó con una verdadera estructura militar: Comandancia, que lealtad al gobierno aparte, sólo respondía ante el partido. De la comandancia dependía la importante sección de comisarios políticos. Organización: encuadraba a los milicianos, creaba nuevas unidades, llevaba la contabilidad (se calcula que unos dos millones de pesetas mensuales). Información y Servicios Especiales: ejercía las funciones de policía militar. Más allá de especulaciones interesadas de seudohistoriadores no hay pruebas de que ejerciera funciones represivas aparte de la incansable y legítima lucha contra el quintacolumnismo. Operaciones: Definía la estrategia militar del Quinto. Servicios: encargada de Transportes, intendencia, armamento y sanidad, colocando al frente a civiles expertos en cada una de las materias. Trabajo Social: Dedicado al agitpro y servicios al combatiente y sus ayegados. Disponía, además del diario «Milicia Popular, una emisora de radio y una editorial.

Pero si algo distinguió al Quinto del resto de milicias fue su preocupación por el soldado. El Quinto Regimiento, es decir, el Partido Comunista, aseguraba la cobertura asistencial de las familias de sus voluntarios, razón por la que consiguió que tantos se unieran a sus filas, pero también les aseguraba una asistencia que les habría sido imposible de otra forma. La cultura, la alfabetización, las charlas, los coloquios, el cine, el teatro… ocupaban tanto tiempo en la vida del soldado como el servicio militar propiamente dicho. La política social del Quinto Regimiento le grangeó simpatías y adhesiones entre militares profesionales y voluntarios..

El Quinto ofrecía seguridad personal y familiar además de la disciplina y formación militar. El Quinto apadrinó fábricas y colaboró con los campesinos allí donde llegó, lo que le ayudó a convertirse en un auténtico movimiento de masas alzadas en armas. Se creó un cuerpo de milicianos de la cultura, dedicado a la educación de la tropa y un «batallón del Talento» en el que artistas y poetas deleitaban a los soldados. El Quinto regimiento patrocinó actividades culturales tales como certámentes literarios, concursos exposiciones de arte… Grandes intelectuales pasaron por sus filas, como Miguel Hernandez, Rafael Alberti, Maria Teresa León, Pedro Garfias, Emilio Prados… Afirma Enrique Lister que muchos combatieron y cayeron en la lucha, anónimos, como un soldado más. Fue el Quinto Regimiento el que organizó la evacuación de científicos al levante y de las obras de arte de museos como el de El Prado. Fue por estas razones, por tratar al soldado como una persona, por las que el Quinto Regimiento consiguío convertir a sus voluntarios en militantes comunistas. Como ya hemos dicho anteriormente, solo el 50% de los reclutados eran comunistas en el momento de alistarse, meses después lo eran la gran mayoría de ellos.

El Quinto participó hasta su integracíon en el EPR en el asalto al Cuartel de La Montaña y en las batallas de Somosierra, Guadarrama, Talavera y Toledo. Por él pasaron algunos de los más ilustres conbatientes de la Guerra Civil Española como Juan Modesto, único oficial de milicias que alcanzó el grado de general, que tambíen alcanzó posteriormente en el Éjercito Rojo, Enrique Líster, Coronel, que alcanzó el grado de general de los ejércitos de la Unión Soviética, Polonia y Yugoslavia; Valentín Gonzalez «el campesino»; Vittorio Vidali «Comandante Carlos» exiliado italiano y principal mando político del Quinto en su fundación, pasando posteriormente a la organización de las Brigadas Internacionales; Francisco Galán, coronel, hermano de Fermín Galán, uno de los líderes de la sublevación republicana de Jaca; Matilde Landa, destinada en principio en el Hospital Obrero ocupado por el Quinto, después enrolada en batallón femenino, encargada de la reconstrución del PCE en Madrid tras la guerra, y apresada por ello, se suicidó en la prisión de Palma De Mallorca antes de ser bautizada por la fuerza; José Sandoval, infiltrado por el Ejército Rojo tras las líneas alemanas donde hizo trabajo guerrillero, miembro del Comité Central del PCE desde 1962, preso en la cárcel de Carabanchel por ello. Llegados a este punto, y como punto final, me van a permitir un ejercicio de chovinismo carabanchelero y hacer un emocionado recuerdo a dos camaradas de la agrupación de Carabanchel que pasaron por el Quinto Regimiento: Julia Manzanal, «la comisario chico», única mujer que fue comisario político del Quinto y Mariano Jimenez, que aún se encuentra a este lado de la laguna Estigia y del que tenemos mucho que aprender.

mañana dejo mi casa,
dejo los bueyes y el pueblo
-¡Salud! ¿a dónde vas, dime?
-Voy al Quinto Regimiento.
Caminar sin agua, a pie.
Monte arriba, campo abierto.
Voces de gloria y triunfo.
-¡Soy del Quinto Regimiento!

Rafael Alberti

Guillermo Nevado  @Droga_Oporu

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